T.F.Famux
Hola compis lectores, hoy os traigo la segunda entrega de "Las Crónicas Aivanek", que para mi desgracia son una trilogía y yo acabo de descubrirlo. El libro comienza justo cuando acaba el anterior, nuestro héroe, Taisham, se ha propuesto recuperar aquello que es suyo y lo va a conseguir sea como sea. Con su regreso a casa recuerda su carácter cínico, inestable e impulsivo; aunque todavía permanecen sus nuevos rasgos compasivos y bondadosos. Además descubriremos un hecho sobre su linea sanguínea que nos va a dejar de piedra.
Además de Maltés, Aremís (ahora con su descendencia real), Millim Cublión... Aparecen dos nuevos personajes, Ghada y Samer, que son la personificación de todas las penurias que acontecen a los refugiados de guerra: pasan frió y hambre, ella es obligada a prostituirse y después a luchar en el ejército, etc. Estos personajes no aparecen ahí por casualidad, se trata de una gran crítica al trato que reciben los refugiados, sobre todo en estos tiempos que vivimos. Aquí se ve claramente que solo son victimas de sus circunstancias, y que ni siquiera saben a que se debe la guerra que les hace huir de sus hogares.
Los humanos somos animales gregarios, que tendemos a ayudarnos entre nosotros, como vemos en los dos ancianos que acogen a estos niños. Pero nuestro instinto de supervivencia prima muchas veces, y ante la escasez de recursos anteponemos a los nuestros que a los extraños que no conocemos. Yo no creo que la culpa sea ni de unos ni de otros, si no de los titiriteros que mueven los hilos del mundo. Sin ellos no seria necesario que nadie abandonara su hogar, ni que se de una escasez de recursos para nadie. Pero todos, por poco que tengamos, podemos ayudar sin condicionar nuestro bienestar. ¿Por qué vas a tirar ese jersey tan pasado de moda que te regaló tu abuela si puedes donarlo a una ONG? ¿Por qué no compras un kilo de alubias y se lo das a los voluntarios de recogida de alimentos que están a la puerta del supermercado? Pero lo que sobre todo podemos hacer sin gastar un euro es abrir nuestras mentes y aceptar las distintas religiones, culturas, tradiciones... Porque las ideas pueden hacer mucho más daño que las bombas.
Disculpad mis divagaciones (aunque creo que es lo que mas os gusta de mi blog), ya que aun debemos hablar de nuestros enamorados favoritos: Criem y Liséa. Liséa va a ser obligada a casarse con Armiat, el pretendiente a la Corona, pero cómo no Criem lo impide. Ya sabéis que soy una sentimental, así que obviamente me encanta su historia, pero cómo no quiero hacer spoiler sólo os voy a mostrar un adelanto:
"Mientras la princesa Liséa sentía como perdía pie, supo que aquel era el plan de Criem. Había decidido ser el caballero del cuento de hadas. La dejaría caer en el carro de paja mientras que el se quedaría batallando contra los guardias hasta la muerte con tal de darla unos segundos de ventaja. Seria el héroe de una historia trágica. Y en ese instante Liséa supo que la vida no era un cuento de hadas. Y, qué demonios, ella tampoco quería que lo fuese, así que agarró la ropa de Criem y lo arrastró consigo."También es destacable el legado de Maltés en el pueblo rebelde, que aparece cuando les visita. Y no, no son cuatro chozas habitadas por unos zarrapastrosos. Se trata totalmente de una ciudad extraordinaria, gobernada bajo las teorías del Socialismo Utópico. Y repleta de inventos creados a partir de las teorías humanistas de Maltés. Este es el aspecto más irreal del libro, me encanta el personaje de Maltés y su idealismo, pero la existencia de no una, si no varias ciudades así me resulta imposible incluso para ser ficción. Podre creer en dragones, magia o incluso dioses vengativos. Pero soy totalmente incapaz de asimilar la existencia de la perfección humana. ¿Porque acaso no es perfección anteponer las necesidades colectivas a las personales, y aun así alcanzar la felicidad y el bienestar? Pero en lo que si estoy de acuerdo con Maltés es que si esa utopía es alcanzable es a base de la educación y el conocimiento. Lo que me parece egoísta por parte del monarca es que se preocupara tanto por la educación de los rebeldes mientras que la mayoría de sus súbditos son analfabetos. Pero aún así es indudable su gran acción social para con los rebeldes y el Reino.
Y así llegamos al final del libro, aviso: Famux se ha convertido en George R.R. Martin. El libro es un descontrolado baño de sangre, sobre todo al final. ¿Os acordáis de la "intervención divina"? Pues su origen es mucho más profano, tan profano como el descontrolado uso que un mortal puede hacer de la magia. Ahora me toca embarcar hacia la aventura de encontrar la tercera parte, lo que se ha convertido en necesidad tras el final tan intrigante. ¡No descansare hasta tener en mi poder el libro! En el próximo post os narraré mis peripecias para encontrarlo, si os parece impulsivo e inestable Taisham no me habéis visto a mí en una librería...
No hay comentarios:
Publicar un comentario